A lo largo de la historia el conocimiento se ha ido abriendo camino a pesar de la falta de libertad.

La adquisición de conocimiento es un ejercicio individual, de manera que la falta de libertad dificulta dicha adquisición; o bien, puede mostrársenos una realidad desvirtuada con lo cuál nuestro conocimiento estaría dirigido y manipulado.

            Hay un libro titulado “La Máquina Solar”. GALILEO: La verdad Frente al Dogma.
(Autor Miguel Betanzos. Narrativas Históricas. Ed. Eldhasa), que trata en tono muy sarcástico el tema. Extraemos algunos párrafos:

            No faltan quienes, concediendo ciertas virtudes al anteojo, afirman que su verdadero inventor no fue otro que Aristóteles. Tampoco faltan, o mejor dicho sobran, aquellos que habiéndose enterado de cosas tales como las manchas en la superficie del Sol, han optado por correr desesperados hacia las obras de Aristóteles para hurgar en ellas sobre el tema. Y como nada hallasen que el viejo Filósofo dijese al respecto, han con­cluido certeramente que yo debo estar equivocado. No mucha distancia hay entre estos aprendices de mandril y la historia de aquel médico de Venecia que, presto a decidir entre la opinión de Galeno, quien afirmaba que los nervios nacen en el cerebro, y la de Aristóteles, quien decía partían del corazón, seccionó un cadáver mostrando a la atenta concurrencia que era Galeno quien llevaba razón en el asunto. Pero habiendo entre ellos un gentilhombre conocido por sus ideas aristotélicas, fue pregunta­do si ahora por fin se convencía del error de su maestro, a lo cual contestó muy solícito: «Me habéis mostrado estas cosas de mane­ra tan clara y abierta, que si no fuera porque Aristóteles lo niega en sus textos, debería reconocer que lo que he visto es verdad.